domingo, 12 de agosto de 2012
viernes, 10 de agosto de 2012
Hasta otra.
Después de todo lo que pasó llegó a un punto en el que no entendía nada, no entendía si todo lo que decía era para llenarla la cabeza de pájaros o si esta vez iba en serio. Pasó de ir detrás de ella a ser ella la que tuviese que ir detrás. Pero por pasar pasaron tantas cosas... Que ya nada tiene sentido. Y cuando se dice nada es nada. Que nada era normal, ni la forma en la que lloraba ni como sonreía si la contestaba. Ilusionarse es el problema, que la prometió de todo, pero todo no llegó nunca. No hay 'adiós' de por medio, pero ya no hay tampoco 'hola', ¿para qué?, si sabe que no le importa, ¿se va a arriesgar a hablarle para que no la conteste o la conteste borde y esté peor?. Sería de tontos, pero también sería de todos dejarle marchar, aunque sabes que por su parte es todo palabrería, pero nadie se resistiría a sus encantos.
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